El ultimo disparo y a soñar.

        Una vez más la realidad que nos quebranta, una vez más la sociedad Argentina se despierta y en los canales se unifican en pasar la misma noticia, tiros, armas , jóvenes, una vez más, más de lo mismo pero con un condimento que haría pasar esta noticia a la historia, como todas como ninguna.

En esta oportunidad fui parte de esta noticia como testigo, testigo silencioso y aterrado, en las penumbras sin interceder ni hacer algo que evitará lo que pasaría. Los tenía a un par de metros, para mi sorpresa eran una pareja, el joven, algo más alto que la muchacha pero ambos con un conocimiento de expertos sobre el uso de las armas, por su comportamiento parecían conocerse a la perfección y vaya que así era, más de una década juntos arriesgando sus vidas entre pólvoras, cartuchos y pistolas. A ellos nada parecía importarles solo vacíar uno y otro cargador a su víctima que estaba bastante lejos, después nos enteramos que estaba a 10 metros, sin oponer resistencia alguna mientras su destino le jugaba una mala pasada.

Fueron varios disparos cerca de 30 de cada uno, ellos siempre impolutos, inmóviles, concentrados en el objetivo como si no les corriera sangre por el cuerpo. Luego del ultimo disparo, que nos mantuvo estáticos tanto a mi como a tantos otros testigos que llegaron al lugar sonó una alarma que nos paralizó a todos aún más; ellos bajaron sus armas, se miraron, sonrieron y se fundieron en un abrazo de esos que deseas que sean eternos. Nosotros comenzamos a gritar, saltar y revolear cualquier trapo que teníamos a mano, aún no podíamos creer lo que habíamos  presenciado, esa pareja de jovencitos nos estaban regalando el primer oro panamericano en rifle equipo mixto, ellos Fernanda Russo (https://www.instagram.com/russofernandaa/) y Julián Gutiérrez (https://www.instagram.com/juli_gutyerrez/) estaban desbarrancando a la potencia mundial de EEUU y se subirían a lo más alto del podio por primera vez en un juego panamericano. 

Y así fue como por primera vez los argentinos celebraban y nos enorgullecimos de semejante tiroteo.

Abrazo de alma.

Arriba, bien arriba!