Es solo un Juego!
Todos bien sabemos que el fútbol propiamente es un deporte
donde se enfrentan dos equipos, conformados ambos por 11 jugadores y una terna
vestida tradicionalmente de negro, aunque en la modernidad estén optando por
los colores fluo, que imponen “justicia deportiva” y el objetivo del mismo es
convertir un gol más que el rival para lograr así la victoria.
Sin embargo
esta explicación racional, de diccionario, no aplica muchas veces en la práctica
y mucho menos es nuestro territorio, donde el fútbol además de ser pasión de
multitudes, es el deporte más visto y practicado y así mismo sirve como puente
para que podamos ir del lugar donde estamos hacia otro que muchas veces
dependiendo de las circunstancias suele ser mejor. Además de esto, este deporte
tan prevalente en diferentes sitios, podemos encontrarlo como musa inspiradora
para un sin fin de obras literarias.
Cientos son
los autores que a través de esta inspiración consiguen narrar sus obras y así
dejar un legado que enaltece este deporte pero aún más el entorno del mismo.
Dentro de
los principales autores destacados en la literatura futbolera, podemos
encontrar al rosarino y fanático canalla Roberto el “Negro” Fontanarrosa y al
porteño de Castelar, fana del Rojo, Eduardo Sachieri, ambos escritores fanáticos
del fútbol que intentar dejar plasmado en lápiz y papel las diferentes
emociones que este despierta en las personas de cualquier edad.
El fútbol
tanto dentro como fuera de la cancha genera un sinfín de emociones y es
sencillo trazar un paralelismo con la realidad y algunas circunstancias propias
de la vida, como lo hace el Negro Fontanarrosa en su cuento “La Pena Máxima” en
donde se puede comprender el nerviosismo y la tensión que enfrenta aquel
jugador que es designado a patear el penal, situación que se ve asemejada con
aquella persona que está por atravesar una una situación determinante en su
vida que marcara un antes y un después según la decisión que tome, así como
sucede en un partido de fútbol luego de acertar o errar un penal. Así mismo
este autor en su cuento “Memorias de un wing derecho” hace alusión a como se
traslada la pasión de la cancha real, a una forma lúdica y divertida como lo es
el metegol que despierta el mismo énfasis y desparpajo que el fútbol
tradicional.
Por su parte
Sachieri en su relato “Valla invicta” nos presenta y recrea a un personaje mítico
de un pequeño pueblo, el cual llega a convertirse en ídolo para todos los
habitantes, porque según una estadística local es el portador de récord de
vallas invictas en partidos oficiales.
En el cuento
“Los traidores” hace referencia y le da valor al amor y la difícil dualidad que
debe enfrentar un hincha que se enamora de una persona que es fanática del
clásico rival y todas las cosas que este hace para poder compartir ambos
amores, tanto su pareja como por su camiseta sin traicionar a ningunas de las
dos y poder seguir con ese amor por ambas ya que es ese sentimiento el
combustible necesario para la vida.
Así como
estos autores van incursionando en el camino de la literatura teniendo como
inspiración su propia pasión como es el fútbol y nos van sumergiendo de manera
poética y pintoresca, nos permiten tener otra mirada del propio deporte pero
sobre todo de las emociones que este despierta en los hinchas y las historias
que se transmiten de generación en generación por el amor a los colores.
Tyrrell,
Ricardo.
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